Eran las 6 de la tarde cuando vino por mi en la moto, lo abracé y cerré los ojos,
llegamos a su casa y nos sentamos a hacer la tarea, entre la plática y la escritura
acomodaba coquetamente pedacitos de papel brilloso sobre su libreta.
Ya nos vamos me dijo pero antes vamos a bailar la canción que te prometí.
Sacó su celular y escuche sonar por primera vez la canción Can't help falling
in love de Elvis Presley , dejó el celular en la mesa, apagó la luz y solo dejó
una vela que iluminaba el cuarto.
Se paró frente a mí y yo me puse de puntitas para poderlo alcanzar, ese momento fue mágico,
nos abrazamos por primera vez, y como en cuentos de hadas se dió la magia, nos quedamos mudos,
solo escuchábamos la canción mientras sentíamos la cercanía y calidez de nuestro ser.